Por Pánfilo Naranjo
Fue, definitivamente, una mala decisión la del gobernador Alfredo Ramírez Bedolla al hacer ese incongruente enroque de mandar a Teresa Mora a la secretaría del Migrante, no porque Brenda Fraga haya hecho un buen papel en esa dependencia, sino porque se repite la historia de colocar ahí a alguien que no tiene el perfil. De lado dejó la solicitud de la comunidad migrante de ubicar en esa secretaría a alguien con amplio conocimiento del tema, pero no, Ramírez Bedolla hizo lo contrario y atendiendo compromisos de no sé qué tipo apostó por Teresa Mora cuyo perfil es eminentemente educativo, nada relacionado con el ámbito migrante. Los errores se pagan caro y Ramírez Bedolla habrá de asumir, tarde o temprano, el costo de esa absurda decisión. De entrada, se advierte un distanciamiento con el sector migrante, cuyo peso económico para Michoacán es innegable.
Se fue Brenda Fraga de la secretaría del Migrante para seguir saboreando las jugosas dietas del Congreso y al relevo llegó Teresa Mora y ese simple movimiento encadenó varios enroques y nombramientos que no parecen del todo acertados.
Ya Gabriela Molina había sido removida de la secretaría de Cultura para colocarla en la de Educación y no se le ven tamaños para enfrentar, con éxito, esa encomienda; al lugar de Gabriela Molina llegó Tamara Sosa Alanís a la que sacaron de la Secretaría de la Mujer y ahí pusieron a Carolina Rangel quien cedió su lugar en la secretaría del Bienestar a Giulliana Bugarini.
El puesto que dejó vacante Teresa Mora en el Colegio de Bachilleres lo ocupó David Alfaro Garcés, quien tiene más tablas para ocupar la secretaría de Educación que Gaby Molina; otro relevo fue en la secretaría de Comunicaciones y Obras Públicas donde Rogelio Zarazúa Sánchez suplió a José Zavala Nolasco.
Es un verdadero desbarajuste lo que está pasando en el gobierno de Alfredo Ramírez Bedolla y los relevos, los enroques parece que no van a generar cambi alguno positivo.
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