La llave y el candado
Pesadillas
Por Victoria Noir
Para muchos, muchísimos la pesadilla terminó en el 2018, para otros, la minoría, inició ese año y seguirá, por lo menos, un sexenio más, aunque puede prolongarse, dependiendo del desempeño de Claudia Sheinbaum en el gobierno.
Sin duda la pesadilla pegó, de inmediato, a los partidos políticos de oposición, principalmente el PAN, el PRD y el PRI; también a algunos medios de comunicación y periodistas acostumbrados a beber de las mieles del poder. No digo nombres, todos los identificamos, pero no faltó aquel que comenzó una cuenta regresiva contando los días para el final de su pesadilla –refiriéndose al gobierno de Andrés Manuel López Obrador- y hubo otros, en la radio y televisión, con comentaristas y conductores pegándole, a veces de manera sumamente ridícula, un día y otro también a López Obrador.
Para todos ellos, su pesadilla tiene una segunda edición –con el gobierno de Claudia Sheinbaum-, para los otros, la mayoría de los ciudadanos, la pesadilla sigue ausente, claro, aludiendo a gobiernos priistas y panistas y su sepelio en el 2018.
La pesadilla, en 2024, tuvo tintes de terror para el PRI, PAN y, particularmente, para el PRD, cuyo registro como partido político ya expiró. Fue una golpiza electoral la que recibieron de los ciudadanos.
Y bueno, ya el proceso electoral habló, definió resultados, y dejó una secuela de llanto, para los menos, de esperanza, para los más; pero también una inmensa cantidad de absurdas actitudes y burdos comentarios de una candidata –Xóchitl Gálvez Ruiz- que bien podrían formar parte de un libro -con varios tomos- sobre su ridícula y cómica campaña.
Nunca, Xóchitl Gálvez Ruiz, pese a la figura que le diseñaron Claudio X González, Marko Cortés Mendoza, Jesús Zambrano Grijalva y publicitada enormemente por los medios de comunicación y periodistas afines que la llamaban el fenómeno social más trascendente de los últimos años en el país, fue contendiente para Claudia Sheinbaum.
Y, contundentemente, la ciudadanía mandó, el pasado 2 de junio, a que la pesadilla continué para el PAN, para el PRI, para periodistas y medios de comunicación abiertamente opositores a la 4T. Al PRD lo mandó al infierno político.