José García Segura
Septiembre 09 de 2022… Con una Guardia Nacional militar, la única vida que el Partido Revolucionario Institucional podría salvar es la del dirigente Alejandro Moren@, apodado “Alito”, conocido también como “Amlito” por su lealtad al presidente Andrés Manuel López Obrador.
Acusado de todo (enriquecimiento ilícito, lavado de dinero, tráfico de
influencias y un sinfín de escándalos sexuales) el priísta se reunió este jueves con el general secretario de la Defensa Nacional “para evaluar” los pros y contras de mantener a la milicia a tiempo indefinido en las calles del país.
En su programa “Martes del Jaguar”, la gobernadora Sansores ha puesto
“como lazo de cochino” al controvertido priísta y ex gobernador a su vez.
Según un acuerdo legislativo, el miércoles de la semana entrante será
votado lo de la militarización.
El dictamen correspondiente estará circulando y permanecerá en ruta al
menos hasta el lunes 12.
Conforme a lo agendado, el martes de la semana entrante en Comisiones
se cambiaría alguna palabra de modo que el miércoles mismo la mayoría
apruebe ese texto.
Como forma de protesta, legisladores de oposición exhibieron hace unas
horas frases cuestionando la militarización, atribuidas al presidente
Andrés Manuel López Obrador y a su corcholata, la “regenta” Claudia
Sheinbaum.
En el inter, los partidos PAN y PRD refrendaron su distanciamiento con el PRI en cuanto a la alianza “Va por México” a nivel nacional y para el Estado de México en particular, donde por cierto habrá elección de gobernador en 2023.
De hecho, los partidos PVEM, PRD, PT e Independientes (S/P) formalizaron un bloque legislativo con el fin de lograr mayor presencia y “garantizar gobiernos de coalición”.
El senador Miguel Ángel Osorio Chong fustigó la actuación de “amlito” al favorecer la militarización en su desesperación para evitar su desafuero y ser juzgado como mortal que es.
En contraste, el presidente Obrador se mostró contento con el impulso de “alito” Moreno al proyecto morenista.
El brazo ejecutor del proyecto militar es, sin duda, Adán Augusto López quien advirtió a los senadores que “aunque suene autoritario o impositivo” están obligados a apoyar la reforma para que la secretaría de la Defensa Nacional tenga el control de la Guardia Nacional.
A cambio de ello ofreció una reunión, a finales de mes, con el presidente “sin tamales de chipilín” según dijo, por estar en veda.
El proyecto de nación (de López Obrador) “no admite titubeos”, sentenció.
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