Irimbo II o la urgencia del Operativo Enjambre en Michoacán
Por Victoria Noir
La elección extraordinaria en Irimbo arrojó un resultado por pocos esperado con la victoria del Partido de la Revolución Democrática (PRD), sembró muchas dudas sobre la participación del crimen organizado en los procesos comiciales en Michoacán y, por lo mismo, Guillermo Valencia Reyes, dirigente estatal del Partido Revolucionario Institucional (PRI) urgió la aplicación del Operativo Enjambre en el estado y, de paso, definió a Octavio Ocampo Córdova como terrorista político.
Memo Valencia celebró haber salido con vida de Irimbo, porque el gran reto era “sobrevivir a la elección” en ese municipio, en la que ya anticipaba acercamientos con maleantes “para tratar de revertir lo que no pudieron hacer con trabajo” y es que, dijo, “el principal propósito de algunos políticos es ganar elecciones sin importar con quién tengan que pactar, venden su alma a cualquier poder fáctico con tal de asumir el poder público y dejan indefensa a la ciudadanía porque la ponen a merced de criminales”.
Lo expresado por Memo Valencia es una realidad inocultable, tampoco lo es el que, como refirió, si se gana con el apoyo de los poderes fácticos son estos quienes, al final, asumen el gobierno, “y los gobernantes se convierten en empleados de quienes no saben hacer otra cosa que estar al margen de la ley; viven de la extorsión, del cobro de piso y de todo aquello que causa daño a la sociedad”
Los políticos asociados con el crimen “no son otra cosa que criminales” y aseguró que el día de la elección extraordinaria en Irimbo “comprobamos que hay políticos que ya traen en la sangre el ADN del crimen organizado”; ese domingo los dirigentes del tricolor fueron perseguidos, acosados y amenazaron a simpatizantes del candidato priista.
El objetivo era claro, causar no solamente miedo, sino terror, entre los habitantes de comunidades históricamente priistas y lo consiguieron porque esa gente no salió a votar, “así operan los criminales y así operó el PRD” en irimbo.
Es evidente, añadió, que en Michoacán terroristas políticos ya ocupan espacios de poder público y se preparan para tomar, por asalto, alcaldías, como ocurrió en Irimbo y en el pasado proceso electoral del 2 de junio en varios municipios de la entidad.
Y el PRI se proclamó en contra de la violencia e iniciará una lucha para visibilizar a las y los políticos que a costa de pactar con poderes fácticos y sembrar terror en la población, pretenden o han obtenido, ya, cargos de poder.
“La lucha contra el terrorismo político será en todos los rincones de Michoacán y será expuesta a los ojos de México y el mundo”, acudirán a instancias legales y órganos internacionales necesarios para denunciarlo, porque “no vamos a impugnar una elección, vamos a evidenciar el terrorismo político que se vivió en Irimbo”.
Y ese terrorismo político se vive en varios municipios del estado en los que quien gobierna no es el pueblo, a través de un representante popular, sino “narco terroristas políticos”.
Las evidencias que el PRI documentó en Irimbo, puntualizó, las presentará ante autoridades federales, obviamente, porque “sabemos el grado de compromiso que hay entre la Fiscalía estatal y el “dirigente, terrorista, del PRD”.
Reiteró que priistas fueron amenazados, amedrentados, “así operan los terroristas políticos del PRD” y declaró que quien dirige al PRD, Octavio Ocampo Córdova “no hace política, pacta con criminales, es un terrorista político y deberá ser denunciado y tratado como tal”.
Al gobierno de la república le dirigió el mensaje de que en Irimbo está la colmena, “aquí está el panal” y hace falta el enjambre, “urge el enjambre en Michoacán”, porque ese señor, Octavio Ocampo Córdova, “no es el único terrorista político que está encumbrado en un cargo público, hay más, hay presidentes municipales, hay diputados, lo sabemos”.
Ante esa situación, Memo Valencia consideró necesario el Operativo Enjambre en Michoacán, “urge, aquí tenemos las pruebas, está documentado como actuaron, como operan.
Héctor Valdés, secretario general del PES, indicó que el de Irimbo fue un proceso atípico y proyectó la situación real del estado; al recorrer el municipio, “por seguridad de los compañeros”, optaron por declinar a favor de una figura ciudadana. Se dio cuenta de que había algunos actores “que no permitían salir a votar, la gente no estuvo fluyendo como en otros momentos” había presencia en las casillas y eso inhibió el voto.
En síntesis puede decirse que en Irimbo se confirmó la injerencia de la delincuencia organizada en los procesos electorales; la existencia de terroristas políticos en cargos públicos de Michoacán y, por lo mismo, la urgencia de que el gobierno federal implemente en Michoacán el Operativo Enjambre que, en el Estado de México, llevó a proceso a varios servidores públicos, y es que en Michoacán Octavio Ocampo Córdova, “no es el único terrorista político que está encumbrado en un cargo público, hay más, hay presidentes municipales, hay diputados, lo sabemos”.