Antonio TENORIO ADAME
Diciembre 04 de 2022… La máscara de la inconformidad se hizo presente en la marcha de los logros de la 4T del pasado 27 de noviembre, al proclamar el Presidente de México hagamos realidad y gloria “el humanismo mexicano” , como su sustento ideológico y modelo de Gobierno.
VOTO POR LA NEGATIVA
¿Qué se propone el Presidente?, sustituir su lema insignia de “primero los pobres” vinculado necesariamente con Lucio Cabañas del “Ejército de los pobres”, o la “constitución moral” de 2019, o un simple ritual enlazado al recurrente recurso de los presidentes de renombrar su administración para adquirir un sello de distinción.
– Alemán, llamado “Mister Amigo”, por su adicción a la Casa Blanca, expresó “el deseo vence al miedo”;
– Ruíz Cortines inventó “la marcha al mar”;
– López Mateos tuvo la ocurrencia de expresar “somos de izquierda dentro de la Constitución”;
– Díaz Ordaz, en 1968, ante el Congreso, “asumo toda la responsabilidad de los hechos de Tlatelolco”;
– Echeverria, “Arriba y adelante”;
– López Portillo, “no pago para que me peguen”;
– De la Madrid, “la renovación moral”;
– Salinas de Gortari, “ni los veo, ni los escucho”;
– Zedillo, “Superar rápidamente esta crisis para aprovechar las posibilidades de crecimiento”;
– Fox, “y Yo porqué”;
– Calderón, “ haiga sido como haiga sido”;
– Peña Nieto, “lo bueno no cuenta, pero cuenta mucho”,
– Y por eso López Obrador no podía quedarse atrás, en 2019 con la “constitución moral” y ahora con “el humanismo mexicano”.
– todos denotan: prepotencias y debilidades ante el “nacionalismo revolucionario” de Cárdenas.
Ahora si el interés del Presidente es por introducir un principio de valor ético al Movimiento de Renovación Nacional, aunque desplaza su sentido del nacionalismo a lo humano, es por su interés de preservar la fuerza política y electoral en el futuro, de ahí la importancia de examinar las raíces y los frutos de esta corriente del humanismo.
No está de más destacar la ambigüedad generada al introducir una nueva concepción teórica, el humanismo, sobre otra que es relevada como guía de un nuevo ser social, como fue la edición por miles o quizás 9 millones de la “Cartilla moral” , puesta en circulación y discusión por miembros del gobierno, en los principios de año 2019.
¿Cambio de estrategia o de doctrina?, ¿se tiene una evaluación de sus logros y obstáculos para sus fines?, ¿Cuáles son los cambios fundamentales entre una propuesta y la otra?, lo sabemos o no interesa.
VOTO POR LA AFIRMATIVA
En el pasado los primeros humanistas fueron los filósofos griegos Sócrates,Platón, Aristóteles, Séneca, Cicerón, quienes estudiaban y fomentaban el desarrollo del ser humano. Sócrates decía que él era especialista en la crianza del ser humano, como otros se dedicaban a la crianza de caballos.
La segunda ola de humanistas ocurrió 20 siglos después, ante dos hechos históricos contundentes que marcan un cambio de ciclo civilizatorio; uno es la llegada de Colón al caribe americano, de donde se deriva la otra, que es la Reforma de Lutero; dentro del primero se da la ocupación poblacional de América, y en el segundo es una transformación interior de los creyentes para adoptar una nueva manera de ver a Dios.
La gesta del humanismo destaca su esplendor en los siglos XIV y XV, se produce como un remate del renacimiento caracterizada por una vuelta al sentido clásico griego de encontrar al ser humano en su relación con la naturaleza rescatado del poder divino para ser el centro del universo; la escolástica era sustituida para exaltar la naturaleza humana con el afán de descubrir al hombre y dar un sentido racional a la vida con los estudios de la Grecia clásica, entre esos pensadores destacan: Erasmo, Montaigne, Dante, Maquiavelo, los utopistas, entre otros más.
El pensamiento humanista oscilaba entre el ejercicio del libre albedrio, sin desafiar al tribunal de la Santa inquisición, recurriendo a la imaginación para reseñar el mundo ideal las aspiraciones libertarias e igualitarias que imponía el sacrificio ritual de la aparición de un hombre diferente al europeo, el nativo, el indígena que sería sometido a la mayor exterminación de la humanidad, así como una nueva forma de explotación violenta a través de la esclavitud, aunque ésta le antecedía ya en otras culturas y momentos por motivos de guerra, ahora los procedimientos de generarla eran la caza furtiva de pueblos del África, sujetos a comercio para su venta y explotación en beneficios de minas y plantaciones de azúcar, algodón y tabaco. Una gran vergüenza de todos los tiempos.
Las referencias del humanismo mexicano debería mencionar como uno de sus valladares a los debates dados en la Controversia de Valladolid entre Fray Bartolomé de las Casas y Juan Gínes de Sepulveda, en torno a la condición humana que distinguía a los nativos originarios de las tierras recién exploradas y comenzadas a colonizar por las monarquías ibéricas. La lucha del fraile dominico se centró contra la encomienda al afirmar que los indios eran plenamente humanos y era injusto someterlos por la fuerza; durante 50 años combatió la esclavitud y la injusticia contra los indígenas.
Estos episodios son la verdadera simiente del humanismo mexicano; los siguientes pasos en ese sentido serían dados por los libertadores de México en la independencia, Hidalgo en sus decretos de 1810 en Morelia y Guadalajara, Morelos en el Aguacatillo Guerrero en noviembre 1810, y López Rayón en “Los elementos constitucionales” exigía su desaparición, en tanto en Cortes de Cádiz el diputado tlaxcalteca Miguel Guridi y Alcocer, en 1811, fue el primero en demandar la abolición del comercio de esclavos; más tarde, en su condición de Presidente de la República, Guerrero emitió el decreto de su total abrogación.
Este recorrido histórico fue la simiente para que los artículos iniciales de la Constitución mexicana declaren la prohibición de la esclavitud. He ahí la esencia del humanismo mexicano en sus orígenes y fines. El hombre nace libre.
Las banderas del humanismo en 2224 serán ondeadas en lo alto por Morena para no desvanecerse en el aire; se requiere evitar caer en la pendiente del retroceso político de una derecha super destructora al grado de promover el neofascismo basado en la supremacía con sueños de anexarse a los Estados Unidos, como ocurrió con Texas en 1836.
PARA EFECTOS CONSTITUCIONALES
Al parecer México no ha aprendido la vieja lección que nos llevó a reducir a la mitad nuestro territorio donde ahora emigran 12 millones de mexicanos que aspiran en su mayoría convertirse en estadounidenses, cuyos descendientes es poco probable reconozcan una nacionalidad de rango menor a la nacionalidad que les otorga la potencia más fuerte. He ahí el límite de nuestro proclamado “humanismo mexicano”, cuya categoría de localización se reduce al carácter genérico nacional, lo simplemente humanos.
Así el principio de la esperanza reside a promover el sentimiento humano como signo de identidad común .