Por Pánfilo Naranjo
Para qué tanto brinco estando el suelo tan parejo. Se ha satanizado el que el Venustiano Carranza sea utilizado para llevar a cabo conciertos de grupos musicales, sobre todo el realizado por Los Bukis, pero en todo el mundo grandes estadios, nada que ver con el mini estadio del Complejo Deportivo Ejército de la Revolución, son sedes de la actuación de grupos de rock que los llenan hasta el tope.
Dicen que lo dañan, pero aquí la cuestión es saber qué tratamiento le dieron al inmueble cuando, supuestamente lo rehabilitaron en la administración del nefasto Silvano Aureoles Conejo, sobre todo a la pista de tartán que, argumentan deportistas, quedó severamente lesionada por la actuación del grupo que comanda Marco Antonio Solís.
Y ahora quieren satanizar a Raúl Morón Vidal, director de Cecufid, por los daños que sufrió el inmueble, sin pretender defender a Raúl Morón Vidal, no tengo el gusto de conocerlo, pero no sería más adecuado investigar qué hizo el gobierno del loquillo de Silvano Aureoles Conejo y, sobre todo, cuántos recursos aplicó en esa supuesta rehabilitación.
Pink Floyd, Kiss, Metallica, Guns N’ Roses, Rolling Stones y otros súper grupos de rock atiborran estadios de todo el mundo y nadie se queja de que los dañaron, incluso en el Super Bowl actúan solistas y grupos de esa magnitud.
Pero, bueno, lo correcto es que se investigue la supuesta rehabilitación y se proteja la pista de tartán para que los deportistas no se quejen, pero un estadio es un digno escenario para la actuación de grupos musicales.