En el 60 aniversario luctuoso del político revolucionario Rubén Jaramillo Méndez, la Secretaría de Cultura del Gobierno de México, a través del Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México (Inehrm), conmemora su vida y su lucha con el foro virtual: “Rubén Jaramillo, zapatista, agrarista y dirigente”.
El encuentro académico forma parte la campaña Contigo en la distancia y será transmitido por esa plataforma (contigoenladistancia.cultura.gob.mx) y por las redes institucionales del Inehrm en Facebook (/inehrm.fanpage), Twitter (@inehrm) y YouTube (Canal INEHRM), el lunes 23 de mayo a las 18:00 horas, hora del Centro de México.
El foro tendrá la participación de las historiadoras Tanalis Padilla, profesora e investigadora del Instituto de Tecnología de Massachusetts, autora del libro Después de Zapata. El movimiento jaramillista y los orígenes de la guerrilla en México (1940-1962); y María Magdalena Pérez Alfaro, profesora-investigadora de la Dirección de Estudios Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia y profesora en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México, autora de La correspondencia de Rubén Jaramillo en el archivo presidencial de Adolfo López Mateos.
Asimismo, participará el comunicador y periodista Ricardo Montejano, productor radiofónico y activista promotor de la cultura de los pueblos originarios, autor del libro: Félix Serdán Najera. Memorias de un guerrillero jaramillista.
Inciden en la revisión de este periodo la historia posrevolucionaria del estado de Morelos, la participación de Rubén Jaramillo y otros ex zapatistas en la política regional, y la respuesta al activismo por parte de las autoridades locales y la memoria de su lucha social.
Rubén Jaramillo y su familia fueron asesinados el 23 de mayo de 1962, por soldados del Ejército, en Tlaquiltenango, Morelos. Los militares rodearon su casa, lo secuestraron junto con su mujer Epifania Zúñiga y sus tres hijos Enrique, Filemón y Ricardo. Horas más tarde sus cuerpos acribillados fueron hallados en Xochicalco.
Las reacciones generadas por uno de los más atroces crímenes políticos del siglo XX fueron diversas en la sociedad mexicana. Apenas el 6 de julio de 1958, le había concedido amnistía el presidente Adolfo López Mateos.
Por una parte, los periódicos afectos al régimen señalaron la muerte de un bandido, mientras otros medios hicieron la denuncia del crimen político del líder campesino y acusaron a caciques coludidos con políticos y militares como los responsables del asesinato.
Rubén Jaramillo nació con el siglo XX y se incorporó a las filas del Ejército Libertador del Sur, de Emiliano Zapata, a los 15 años. Terminado el conflicto bélico revolucionario regresó a su pueblo natal, Tlaquiltenango, donde se estableció.
Desde ahí empezó a organizar y encabezar un movimiento campesino que duró casi dos décadas y media, y representó un vínculo esencial entre la lucha agraria de la Revolución mexicana y las movilizaciones campesinas que marcaron la centuria pasada.
Las luchas jaramillistas —política, social, electoral, guerrillera, urbano-popular— anunciaron los conflictos sociales del siglo XX mexicano. Rubén Jaramillo también fue perseguido por sus ideas, se le intentó corromper, se le obligó a tomar las armas, se le amnistió para volverlo a acusar de disolución social y finalmente fue asesinado.
Sus seguidores fueron perseguidos y padecieron la violencia del Estado mexicano. Las reacciones al crimen político de Rubén Jaramillo y su familia fueron numerosas y provinieron de todos los niveles sociales; la sociedad exigió justicia y castigo a los culpables, quienes permanecieron en total impunidad. Recordar su vida y su lucha por los derechos de los campesinos de Morelos y del todo el país es saldar una deuda histórica con los movimientos sociales que han transformado México.